Las Empresas:

La innovación es un fenómeno  fundamentalmente empresarial porque en una economía de mercado sólo la empresa innova. Pero aunque la empresa es el elemento fundamental de todo proceso de innovación, en el caso español es considerado el eslabón más débil de la cadena.

La existencia de una clara relación entre las características del tejido productivo español y el modo en que las empresas innovan.

La estructura productiva española presenta una terciarización similar a la de los restantes países desarrollados. En términos de dimensión de las empresas, el tejido productivo español está formado, fundamentalmente por empresas pequeñas y medianas (PYMEs)

Considerando la estructura sectorial de la industria española, ésta ha registrado importantes modificaciones en los últimos años que han supuesto un aumento de la participación de los sectores más innovadores y dinámicos. 

La empresa española no ha basado su expansión en la innovación, sólo el 9,6% de las empresas industriales españolas son innovadoras frente al 25% de las europeas

En términos de I+D, el porcentaje del gasto de I+D empresarial sobre el PIB es del 0,4% para España, una tercera parte del porcentaje europeo que se sitúa en el 1,2%. 

Si bien estos datos ponen de manifiesto un cierto desfase respecto a Europa, un análisis de su evolución muestra que el porcentaje de empresas innovadoras que realiza I+D ha aumentado en todos los sectores, demostrando que la I+D constituye un factor clave de innovación.

Por tamaño de la empresa, tanto por el número de empleados como por cifra de negocio,  a medida que aumenta el tamaño de la empresa, aumenta el número de empresas innovadoras y, dentro de ellas, el de empresas que efectúan I+D. Asimismo, si tenemos en cuenta que el 75,85% del gasto y el 76% de los empleados de I+D se concentran en las empresas de más de 200 empleados, el esfuerzo de I+D del tejido empresarial español muestra signos de concentración.

Cuando las empresas adoptan estrategias tecnológicas activas, el esfuerzo relativo (expresado en % gastos de I+D en porcentaje del volumen de ventas) de las PYME es superior al de las grandes empresas.

Existe una concentración en el sector industrial del gasto en I+D que representa el 82% del gasto total. Se agrupa a su vez en tres sectores: el químico, el eléctrico/ electrónico y óptico y el de fabricación de materiales de transporte. Estos tres sectores realizan por si solos cerca de las tres cuartas partes del gasto de I+D en la industria y el 57% del gasto total de I+D total de las empresas.

Finalmente, conviene indicar que las empresas españolas parecen innovar principalmente reaccionando a estímulos externos (exigencias de los clientes, presión de los competidores), y no tanto como consecuencia de su iniciativa de explotar nuevas oportunidades. 

El objetivo final de la innovación es aumentar o mantener la cuota de mercado a partir de la diversificación del producto principal, con una presencia menor de motivaciones como la apertura de nuevos mercados o la obtención de ventajas derivadas de una pronta presencia en nuevos subsectores.
El dilema de la innovación para las empresas